lunes, julio 20, 2009

El Caso finlandés de consumo de berries para aumentar expectativa de vida

Hace 30 años Finlandia era uno de los países que ostentaba una de las tasas de mortalidad más altas del mundo por enfermedades cardiovasculares. Hoy ha logrado reducir en 75% los decesos por esta causa. De acuerdo con la información que se tenía en esos años, pusieron el énfasis en bajar los factores de riesgo, que eran un alto nivel de tabaquismo, elevado colesterol e hipertensión.
Al buscar lo que originaba estos factores de riesgo, los especialistas notaron que uno de los más decisivos era el modelo productivo: una economía agropecuaria con una gran industria lechera. Esto llevaba a que la mayoría de la gente comiera muchos derivados lácteos saturados en grasas, como quesos o leches enteras. Cambiar la costumbre de cocinar con mantequilla y comenzar a hacerlo con aceite vegetal o estimular a la gente a que comiera vegetales -los que eran importados- no era un problema sólo de hábitos. Eran cientos de familias que se quedaban sin su principal fuente de ingresos.
Así, en 1985 se impulsó el Proyecto Berrie. Debido a la latitud extrema en que se encuentra Finlandia, el cultivo de vegetales se hace muy complejo. Por este motivo, una de las soluciones fue impulsar la reconversión de las granjas lecheras al cultivo de estos frutos silvestres, que se dan en ese clima. Sorpresa saludable Si bien en los 80 ya se sabía que las frutas en general eran parte importante de una alimentación saludable, tiempo después la elección finesa por los llamados berries sorprendería por la cantidad de beneficios que ofrece esta familia de frutos.
Ella incluye arándanos, frutillas, frambuesas y moras, entre otros. El caso del arándano es todo un hito: los estudios recientes han demostrado su utilidad para prevenir infecciones urinarias, aunque en ningún caso se debe usar como tratamiento para esta condición. Asimismo, este fruto consumido fresco, en jugos, té o cápsulas, protege de la infección por la bacteria Helicobacter pylori, que produce úlcera estomacal o, incluso, cáncer gástrico. También previene la formación de sarro dental. Los investigadores advierten no exagerar el consumo de este producto, que puede causar molestias gástricas o diarrea. Frambuesas y frutillas comparten la fama de los arándanos, ya que contienen ácido elágico, el que parece bloquear en el organismo la producción de enzimas que necesitan las células cancerosas para multiplicarse y producir tumores.
Comida y cáncer En las últimas dos décadas se ha hecho cada vez más claro que la comida juega un papel importante en el riesgo de cáncer. Los científicos estiman que entre el 30% y 40% del riesgo de tumores depende del alimento que se consume y otros hábitos como el ejercicio. Por esto, algunos sencillos cambios en la dieta pueden tener un gran impacto en reducir la frecuencia de esta enfermedad. Algunos de los nutrientes claves que protegen la salud de las personas son las vitaminas A y C, así como la fibra, el ácido fólico y el selenio.
Muchos de estos compuestos están presentes en los berries, sobre todo las vitaminas mencionadas, además de calcio, hierro, fibra y carotenoides, todos con importantes propiedades antioxidantes. Esto último significa que reducen el deterioro que causan los años y previenen las enfermedades asociadas a este envejecimiento, en especial las cardiovasculares. Estos beneficios han llevado a la industria de los alimentos a elaborar una amplia oferta de productos que contienen las frutas silvestres frescas y congeladass. Entre ellos se cuentan batidos, jugos, salsas, snacks y postres descremados.

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