Según APRATUC, investigadores del Instituto Nacional
de Tecnología Agropecuaria (INTA) lograron conservar arándanos como “recién
cortados” de la planta durante treinta días, sin que perdieran calidad ni
peso.
Descubrieron que el almacenaje con atmósfera controlada (2 por ciento de oxígeno y 15 por ciento de dióxido de carbono), permite extender la vida de las frutas en postcosecha y retardar el proceso de maduración.
Los estudios se hicieron en el INTA Famaillá –Tucumán– con arándanos de la
variedad O'Neal. El trabajo demostró que este tratamiento evitó la pérdida de
peso hasta los 30 días de conservación, mientras que el testigo –con aplicación
de frío convencional– ocasionó una pérdida de peso de 9,4%.
Soledad Carbajo, especialista en frutihorticultura del INTA tucumano
explicó que “las tecnologías de almacenaje en frío y de atmósferas controladas
retardan el proceso de envejecimiento y permiten extender la vida de
postcosecha”.
En Tucumán, la exportación de arándanos a mercados internacionales implica
un tránsito extenso de la fruta. Lo que trae grandes pérdidas de producción. Por
eso para lograr un buen producto es fundamental determinar condiciones ideales
de manejo durante la cosecha. “Bayas bien desarrolladas, sanas, con madurez
apropiada según el color, contenido de azúcares y firmeza, son las condiciones
mínimas que cada fruto debe reunir cuando hablamos de calidad”, indicó la
especialista.
El 53 por ciento de esta fruta se exporta a los Estados Unidos y el resto
al Reino Unido y a los Países Bajos, según un documento elaborado por el
Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP) de Tucumán.
Fernando Martorell, a cargo de la promoción de exportaciones del IDEP,
aseguró que durante el 2011 la producción de la fruta alcanzó las 8.000
toneladas, un 20 por ciento más que el año anterior.
Fuente: Diario Republica