martes, julio 05, 2011

Mas de 25% del total hectareas de arandanos en Uruguay abandonadas o desatendidas

Muy interesante reportaje del diario uruguayo El Observador al ingeniero Juan Pablo Furest presidente de UPROA. En el mismo se describe la actual crisis por la que atraviesa el sector. El ingeniero Furest es uno de los que mas ha trabajado en cosecha mecanica de arandanos en Uruguay a donde ha importado ya  cuatro maquinas neumaticas Campagnola para cosecha mecanica.

Aqui extractos de la nota

El arándano fue la fruta que más creció en Uruguay en volúmenes producidos y exportados en los últimos 10 años. No obstante esa evolución tuvo un freno por la baja rentabilidad, tanto que, previo a una nueva zafra, el 11% del área cultivada está abandonada y el 16% desatendida, dijo el presidente de la Union de Productores de Arandanos UPROA Juan Pablo Furest. 
Juan Pablo Furest dijo que “es necesario encarar el levantamiento de impedimento que venimos padeciendo y que hemos asumido en un marco de decantación de las políticas económicas del gobierno”, a la vez que explicó las principales causantes de la baja rentabilidad y admitió que “hay otros de neta responsabilidad de los productores que estamos encarando con rapidez y eficacia”. Furest explicó que “de 900 hác ultivadas en 2010 alrededor de 100 se abandonaron y 150 están desatendidas, es decir que lo último que se les hizo es regar, pero no otras tareas como fertilizar o podar, que implican destinar circulante, entre ellas la próxima certificación de Buenas Prácticas Agrícolas, imprescindible para exportar a la Unión Europea”.

A propósito de ese escenario, Furest detalló una serie de impedimentos que afectan la rentabilidad, unos de índole interno y otros de índole externo al cultivo. Los de índole interno son la baja productividad del cultivo y de la mano de obra en la cosecha, la ausencia de créditos acordes al cultivo, la necesidad de encarar el cultivo desde un punto de vista más industrial y la acción de las comercializadoras.

Sobre la baja productividad se nos dijo que se obtenían cosechas de 8.000 a 10.000 kg/hal a los seis o siete años de plantado. La realidad es que tras comenzar hace nueve años tenemos una productividad de 3.000 a 4.000 kg/ha. Si agregamos las há recién cultivadas seguramente eso caiga de 2.000 a 3.000 kg/ha. Hoy más que nunca se requieren volúmenes para convertir al cultivo en un negocio rentable, por lo cual hay que atender todos los factores que influyen para que nuestra productividad logre los valores anunciados”. En cuanto a la mano de obra en la cosecha, “hoy encontramos valores del entorno de 25 kg/persona/día. Si se pudieran duplicar veríamos mejorada notoriamente la productividad de la mano de obra, factor de mucho peso”.

En relación a la ausencia de créditos acordes, “la instalación del cultivo se realizó sin apoyo explícito de los diferentes gobiernos, por ejemplo en líneas de crédito para bienes de capital o de preexportación. Bregamos porque se pueda contar con ellas en futuras áreas a cultivarse. No hay que olvidar que en el cultivo se llevan invertidos US$ 75 millones”, dijo.
En cuanto a un encare más industrial, “es aplicar diferentes alternativas que logren más rentabilidad,
como tecnologías de embarque, cosecha mecanizada o de envases en la exportación”. En cuanto a la mano de obra en 2007 con $ 23,5 por dólar se pagaba un jornal de $ 220 más leyes sociales; hoy con un tipo de cambio de $ 18 por dólar se paga $ 360 por jornal más leyes sociales. Teniendo en cuenta un rendimiento de 23 kg por cosechero y jornal, que al productor por la venta de fruta le quedan U$S 3 por kg y que la ha produce de 3.000 a 4.000 kg tenemos que en el primer caso debemos vender hoy 870 kg contra 400 en 2007 y en el segundo caso hoy debemos vender 1.200 kg frente a 540 kg que se debían vender en 2007”, citó el productor.

Fuente El Observador Agropecuario

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