miércoles, diciembre 08, 2010

Balance preocupante para Tucumán. Igual volumen con 70% menos de precio. Auguran abandono de 200 hectareas como mínimo.

Según La Gaceta de Tucumán, los envíos al extranjero, en cantidades, fueron similares a los del año pasado. Pero los valores se desmoronaron en Estados Unidos y dejó de ser negocio para los productores. Fueron 31 vuelos, contra los 45 previstos inicialmente. Un 30% de los vuelos con arándanos tucumanos previstos para esta campaña no se realizó, ya que cayó drásticamente el precio internacional justo durante el período de exportación y los productores dejaron de vender. Consultados por LA GACETA, evaluaron que la actividad este año ha sido mala, pese a la buena calidad del berry.

La exportación de este año fue similar a la del año pasado: 3.150 toneladas exportadas de arándano fresco. El problema es que el precio que pagaron los importadores de los Estados Unidos -el principal mercado de exportación- representó apenas el 30% del valor del año pasado, según explicó el productor Francisco Estrada.

"Los precios cayeron dramáticamente a partir de la segunda semana de octubre y no volvieron a recomponerse. Inexplicablemente, el valor que nos pagaban era muy inferior al de las góndolas de los supermercados estadounidenses", dijo Estrada, y atribuyó este desfase a un error en la estrategia comercial de los supermercados de Estados Unidos, una economía que sufre una crisis económica, cuyo puntal es un alto desempleo y una demanda minorista menguada.

"Esos niveles de merma (de los precios) directamente no cubrían los costos de producción, lo que produjo que muchas empresas tucumanas cortaran la exportación, comenzando por Estados Unidos", aseveró el agricultor. Estrada dijo que los supermercados estadounidenses llegaron a tener en algún momento de este año una remarca sobre lo que importaron de hasta el 300%. "Se generó una falsa sobreoferta, y como no se resistían los precios de los vuelos, empezaron entonces los envíos por barco. Así las cosas, el plan de 45 vuelos previsto para este año quedó en 31", reseñó Estrada, en alusión al programa desarrollado por el sector en conjunto con el Gobierno de la Provincia.

El balance de la campaña es preocupante si se tiene en cuenta que el arándano en Tucumán genera, según cifras de los productores, entre 180.000 y 190.000 jornales, entre septiembre y mediados de noviembre, cifra que aumenta a entre 240.000 y 250.000 jornales si se cuenta el personal de logística y de los empaques, entre otros eslabones de la cadena de valor. En la provincia 68 empresas se dedican a la actividad arandanera, que en el campo se desarrolla en un total de 1.200 hectáreas en toda la provincia.

El presidente de la Asociación de Productores de Arándano de Tucumán, Eduardo Gallo, dijo que, con seguridad, el año próximo la cantidad de superficie plantada con el berry se reducirá en no menos de 200 hectáreas. "La frutilla tiene la ventaja de que, año tras año, vos podés elegir qué plantar. Pero en el caso del arándano se trata de una planta perenne. Mucha gente está vendiendo los campos, y sus compradores pondrán limón o caña o cultivos con menos riesgo e inversión. Desgraciadamente, se ha dicho mucha mentira sobre el arándano, de que se perciben retornos extraordinarios, lo que no puede ser más irreal", se quejó Gallo.

El agricultor aseveró que el arándano se mantuvo dos semanas durante este año con precios más o menos buenos, pero que después bajaron tanto que no se justificaba la exportación. "Hay un problema grave de comercialización, porque ganan todos: fleteros, transportistas, empresas de aviones, vendedores de insumos, todos ganan, menos los productores. Pensábamos que este año se podía revertir la situación de los últimos tres años (en los que el verdugo de los arandaneros fue el clima), pero evidentemente no se puede resolver el problema del mercado", sostuvo.

Diferencia y retenciones
Al respecto, dijo que entre el precio de la fruta en el campo y el de la de góndola hay una relación 1-15. "El arándano tiene que ser el producto que mayor diferencia tiene. Y desgraciadamente el Gobierno nacional sigue aplicando retenciones. Son del 5%, pero sobre el precio FOB (con el que sale la fruta del país), no sobre lo que cobran los productores. Es decir que para nosotros la retención viene a ser de hasta un 40% de lo que recibimos", sostuvo. Gallo admitió que el gravamen bajó el año pasado del 10% al 5%, pero dijo que continúa siendo dañino para el negocio.

"Lo mismo está pasando en el sur, con la pera y la manzana. Toda actividad de mano de obra intensiva está en la lona en este momento. Y más ahora, que el dólar está planchado", concluyó Gallo

Fuente La Gaceta de Tucumán

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Participe y escriba aquí su comentario. Gracias