La asociación de productores locales definió un conjunto de precauciones para que sean aplicadas en los campos. Se conformará una comisión para elaborar un protocolo de calidad.
El crecimiento que tiene la producción de arándanos en la provincia hizo que los productores y técnicos vinculados a los aspectos fitosanitarios tomen recaudos para mantener a la zona productora libre de enfermedades que puedan perjudicar la actividad. El presidente de Apratuc, Salvador Eduardo Gallo, anunció que conformaron una comisión técnica para que elabore un protocolo.
El crecimiento que tiene la producción de arándanos en la provincia hizo que los productores y técnicos vinculados a los aspectos fitosanitarios tomen recaudos para mantener a la zona productora libre de enfermedades que puedan perjudicar la actividad. El presidente de Apratuc, Salvador Eduardo Gallo, anunció que conformaron una comisión técnica para que elabore un protocolo.
El control de la sanidad de las plantas que los productores colocan en sus campos es una de las preocupaciones de la Asociación de Productores de Arándanos de Tucumán (Apratuc).“Tratamos de concientizar a los productores sobre la importancia de controlar la sanidad y, en este caso, que tomen real conocimiento que todas las enfermedades pueden ser peligrosas para la vida de la planta misma”, señaló el ingeniero Salvador Eduardo Gallo, titular de Apratuc. “Les recomendamos que tomen precauciones cuando compren las plantas, como ser adquirirlas en viveros serios y que esas empresas garanticen la calidad del producto que comercializan y que trabajen con normas de calidad”, sugirió.La investigación es fundamental a la hora de estudiar los efectos de las enfermedades fúngicas, bacterianas y virósicas.“Estamos trabajando, junto con la Facultad de Agronomía (FAZ) de la UNT, sobre muchas enfermedades”, dijo. “Por eso -agregó- ponemos a disposición de las instituciones de investigación de la provincia los campos de los productores para que analicen toda la sintomatología y los tratamientos posibles”.
Gallo comentó que Apratuc delineó una serie de sugerencias que los productores deberían poner en práctica en sus plantaciones de arándanos: 1) Comprar plantines seguros; 2) No apurarse a plantar; 3) No colocar cualquier planta; 4) Tener en cuenta que una planta enferma también contamina el suelo y que a éste será muy difícil “limpiarlo”; 5) Actuar con responsabilidad; 6) Realizar un fuerte control de la sanidad de las plantas.
LA GACETA Rural entrevistó al ingeniero Fernando Fernández, director técnico del vivero “Las Maravillas”, una empresa que comercializa ese tipo de plantas.“Trabajamos con plantas micropropagadas y cultivadas in vitro, con lo que se mitigan los riesgos de que contraigan enfermedades”, explicó el especialista.“En Tucumán inoculamos las plantas con una bacteria (K 84) que produce un antibiótico que bloquea la entrada de bacterias que producen algunas enfermedades”,por lo cual puso énfasis en producir plantas libres de patógenos que afectan a la planta.En el vivero utilizan amonio para desinfectar los calzados y las manos del personal que trabaja con las plantas. También emplean funguicidas para evitar que otros agentes infecciosos produzcan daños, lo que provoca que las plantas sean más propensas a enfermarse.Fernández propuso una serie de procedimientos que los productores podrían implementar: 1) El director técnico del campo debe revisar perfectamente el vivero, porque esa es la zona donde existe mayor riesgo de propagación de enfermedades; 2) Las plantas deben ser tratadas con K 84 o K 1026 (bactericidas), para prevenir que se infecten; 3) Tratar las plantas con los productos fitosanitarios necesarios; 4) Hay que desarrollar un buen plan de fertilización; 5) Desinfectar los elementos de poda; 6) Instalar barreras forestales para evitar la escorrentía de campo a campo y entre parceles.
Entre las más de 500 hectáreas plantadas, con plantas de entre uno y tres años de edad, o sea plantas nuevas, los campos están entrando en producción o en proceso de producción creciente.“En los campos encontramos importantes niveles de inversión en tecnología, lo que nos permite estimar que se producirán buenos rindes”, dijo el ingeniero Héctor Jaldo (EEAOC). Los inversores se mezclan entre los de capitales externos (chilenos y estadounidenses) y los de capitales nacionales (Tucumán, Buenos Aires y Concordia).
En materia de investigación, en la EEAOC están trabajando sobre un conjunto de variedades de plantas que no se conocen en Tucumán. “Nuestro objetivo es que, junto a Apratuc (la asociación que nuclea a los productores), estandaricemos en la provincias cuáles son las mejores variedades que se adaptan a nuestra región con un claro sentido productivo”, señaló. Las investigaciones estarían centradas en cómo controlar la sanidad y la calidad de las plantas; cómo trabajar durante la cosecha y la poscosecha y sobre cómo mejorar los rendimientos, entre otros objetivos.
Fuente La Gaceta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Participe y escriba aquí su comentario. Gracias