A principios de mayo el ingeniero agrónomo Guillermo Olivera asumió la gerencia de la Asociación de Productores de Arándanos de Tucumán (Apratuc), fijando como uno de sus principales objetivos, realizar investigaciones que permitan mejorar la renatbilidad y competitividad del sector. Hoy la industria tucumana de arándanos se enfrenta a una serie de oportunidades y amenazas, destacando entre estas últimas el incremento en los costos de producción así como en los insumos de empaque y fletes.
Durante la temporada 2011/12 el volumen exportado desde Tucumán alcanzó las 3.800 toneladas. Desde el aeropuerto de Tucumán se realizaron 59 vuelos –sumando la fruta local sumado a la proveniente de Metan, Salta cuyo destino fue principalmente Estados Unidos.
En entrevista con
www.portalfruticola.com Olivera comenta como, como otra amenaza, el impacto del cambio climático que en la zona se ha dejado sentir a través de heladas tardías. Añade la necesidad de buscar nuevos mercados de destino, debido a la dependencia del mercado estadounidense e inglés.
Olivera indicó además la dependencia del transporte aéreo: “Estamos a merced de lo que ocurra con el mercado regional de cargas aéreas hacia Brasil y Argentina para chartear nuestra fruta de regreso a Miami. Lo mismo ocurre para el caso Europeo”.
La industria frutícola en Argentina se enfrenta a una crisis debido a los altos costos de producción, entre otros factores: ¿Cuáles han sido las consecuencias de esta crisis en el sector arandanero?
“El incremento de los costos de producción, debido a la inflación, nos obliga a tener reuniones más frecuentes con los proveedores para que todos ganemos en este negocio. Entendemos que a ellos se les encareció la materia prima pero a los arandaneros el cliente final no paga más todos los años por la fruta que consume”.
Enfatiza que “ante este escenario de rentabilidades ajustadas se ha ganado mucho en el terreno de la productividad y eficiencia en todos los procesos”. Advierte eso sí que como consecuencia de la crisis, los cultivos más ineficientes y de menor productividad se vendieron y hoy se están reconvirtiendo para destinarlos a otras actividades productivas, como citrícola limonera y caña de azúcar.
Y cuáles son las principales oportunidades para los arándanos de Tucumán? El gerente de Apratuc destaca en primer término que la fruta es de “excelente calidad” a lo cual hay que sumar que es primicia: “Es por ello que los mercados internacionales nos quieren como sus proveedores de fruta fresca para los meses de setiembre, octubre y noviembre”.
Explica que “cada año son más los vuelos directos desde al aeropuerto de Tucumán con destino a Estados Unidos, lo que posibilita que la fruta llegue a Miami en 10 horas de viaje. Con estos vuelos no se congestiona el aeropuerto de Ezeiza en la provincia de Buenos Aires”.
Se refiere además a una posibilidad de salir vía marítima por Chile: “El gobierno provincial está trabajando fuertemente en el fortalecimiento comercial con este país, y este tema siempre está en la agenda”.
El gerente de Apratuc detalló entre sus principales objetivos destaca la realización de investigaciones para disminuir los costos de producción y prolongar la vida poscosecha de la fruta, los cuales espera realizar en conjunto con diversas entidades como la Estación Experimental Agrícola Obispo Colombres de Tucumán (EEAOC), INTA Famaillá y Facultad de Agronomía de Tucumán.
