Este año agrícola, en Tucumán, tuvo diversos inconvenientes, sobre todo climáticos que tuvieron que sortear diversos sectores, a los que los productores de arándanos debieron enfrentar para lograr un mejor año. Por ello entrevistamos al responsable de exportación de la empresa Frutucumán, Diego Décima, quien opinó al respecto, según publicó La Gaceta.
- ¿Cómo va el desarrollo de la cosecha en cantidad y precios?
- La temporada 2013 se presentó con muchas expectativas para los arándanos tucumanos, ya que países competidores tuvieron problemas climáticos que causaron una pérdida importante de la oferta, algunos con problemas de calidad. No obstante, Tucumán sufrió heladas en julio/agosto que generaron dos problemas: por un lado, pérdida en la oferta inicial y, por otro lado, un retraso de la cosecha.
Nuestras estimaciones hablan de una merma en Tucumán, en esta temporada, de un 25% a un 30%.
Con respecto a los precios, los mismos comenzaron altos, comúnmente como sucede temporada a temporada, y fueron cayendo a medida que arribaba la fruta a los mercados tradicionales. Los mismos se han podido mantener a niveles aceptables estas dos últimas semanas, lo que producirá que Tucumán pueda seguir embarcando, inclusive hasta la semana que viene, algo que no fue común en temporadas anteriores.
- ¿Cómo fue la disponibilidad de mano de obra para cosecha?
- La mano de obra estuvo adecuada a la disponibilidad de la fruta. En ningún momento, por lo menos en el caso de quienes estamos trabajando con Frutucumán, tuvimos problemas en cuanto a la disponibilidad de mano de obra para cosecha y empaque.
- ¿Cómo se presentó la calidad y la producción, a pesar de las inclemencias climáticas?
- A pesar de que los problemas climáticos y la reducción de entre el 25% y el 30% del volumen de la oferta tucumana, la calidad de la fruta estuvo bastante bien. Los clientes están muy satisfechos con la calidad de la fruta tucumana. Asimismo se puede observar que los clientes, a pesar de que ya han pasado entre 5 y 6 semanas de la temporada, siguen demandando nuestra fruta, porque la calidad sigue estando a la altura de los mercados.
- ¿Cómo funcionaron los medios de transporte? ¿Utilizaron Ezeiza y Tucumán?
- Hemos utilizado tanto Ezeiza como el aeropuerto de Tucumán, como medios de transporte de nuestra fruta en esta temporada.
Pero cada vez usamos menos al Aeropuerto Internacional de Ezeiza porque, logísticamente, el Aeropuerto Benjamín Matienzo de Tucumán nos permite ganar tiempo, en algunos casos entre uno y dos días, lo cual para nuestros clientes es muy importante.
Cuanto más rápido ellos puedan contar con nuestra fruta, pueden distribuirla de una mejor manera.
- ¿La idea es continuar con el flete aéreo o mandan algo en barco?
- Tenemos variedades para ambas forma de transporte, pero esto también tiene que ver con la oferta que existen en los mercados.
Comúnmente, la temporada tiene unas siete u ocho semanas de trabajo. El transporte aéreo prevalece desde el inicio de la temporada, y se desarrolla durante unas cuatro o cinco semanas, quedando el resto para los embarques marítimos.
- ¿Las obras del Aeropuerto Benjamín Matienzo funcionaron como esperaban?
- Las obras en el aeropuerto nos han permitido ser más precisos con la logística, ya que la fruta llega al aeropuerto y, de inmediato, se le puede dar el servicio de frío y de transporte, necesarios para mantener la calidad que el cliente y el mercado exigen.
- ¿Cuáles son los aspectos a mejorar hacia el final de la campaña o en la próxima campaña exportadora de arándanos?
- Este producto exige un trabajo profesionalidad en el manejo de cada eslabón de la cadena del negocio, y esa profesionalidad debe ser bien coordinada y experta, porque es una operación y exportación muy violenta (muy activa, de ritmo intenso). Imaginemos que estamos exportando una producción importante en no menos de dos meses.Por tal motivo, hay muchas cosas a mejorar, en lo logístico, por ejemplo, tener la disponibilidad de los transporte desde el inicio hasta el final. Respecto a la producción, poder contar con variedades que nos permitan llegar a tiempo a los mercados demandantes tradicionales. En el aspecto comercial, creo que debemos pensar en desarrollar estrategias para que nuestra fruta pueda ser aprovechada de la mejor manera por el cliente, creando ventajas competitivas y, asimismo, desarrollar mercados aun no descubiertos o poco explorados, que estarían dispuestos a consumir nuestra fruta