Interesante artículo en el diario platense el DIA en el cual se describe la dura realidad de los productores pequeños de arándanos del sur de Buenos Aires que ven muy comprometida la rentabilidad y viabilidad de sus producciones. Con los aumentos en la mano de obra de cosecha, los aumentos de los insumos en dólares, con el mismo tipo de cambio y la caída del precio del arándano muchos productores se verán forzados a cerrar sus explotaciones desocupando gran cantidad de mano de obra en estas zonas.
Aquí parte de la nota
En Brandsen, los productores de arándanos buscan alternativas. Cuando Raúl García Costero empezó a sembrar los primeros plantines de arándanos en un campo de 15 hectáreas de Brandsen, allá por 1997, eran muy pocos los que se animaban a este tipo de producción. Por desconocimiento, por temor o simplemente por creerla una inversión poco rentable, la mayoría se inclinaba por otras opciones.Apenas cinco años después, hacia 2002, los arándanos ya se habían convertido en un verdadero boom en el país.
La devaluación del peso fue el puntapié inicial para una modificación del esquema de precios internacionales y la demanda siguió en alza.Fue en ese momento que muchos decidieron sumarse a esta producción, que prometía ganancias extraordinarias. Pero hoy, la producción de arándanos ya no parece ser lo que era, o por lo menos, lo que imaginaban quienes se sumaron a ese ola sin demasiado análisis previo.
Por problemas en la cadena de comercialización, por los importantes aumentos que han sufrido los insumos, por los elevados costos de mano de obra por hectárea y por otra serie de motivos, ya nadie se atreven a afirmar, como se decía en 2002, que produciendo apenas cinco hectáreas de arándanos se tiene "la jubilación asegurada".Estas advertencias se confrontan con un simple dato: en este momento, en el país hay entre 25 y 30 campos de producción de arándanos en venta.
De manera formal, la producción de arándanos en nuestro país se remonta al año 1994 pero en forma acotada y sólo en algunas provincias. Aunque el negocio era bueno por ese entonces, nada hacía prever lo que sucedió en 2002. Después de la crisis económica y la consecuente devaluación del peso se abrió, para esta producción, una inmejorable ventana de oportunidades.
En los últimos tiempos, dicen los productores, el escenario estuvo marcado por un "descomunal" aumento en los insumos necesarios para producir arándanos. "Como todo el mundo hablaba de gente que se hacía millonaria, los fertilizantes, pesticidas y otros productos básicos comenzaron a encarecerse mucho", destacan."
Actualmente -agrega Casado de Achával-, hay muchos productores que apenas salen hechos. Y los que recuperan algo, lo reinvierten. Pero hay muchos otros que están sacando plata de sus bolsillos para mantener los campos. Es que los retornos no son lo suficientemente buenos, y eso por un problema de desorganización local y por falta de criterios".García Costero ratifica lo que dicen desde la cámara: "Nos están ahogando con los costos de muchos factores. Creo que si se sigue este camino van a desaparecer todas las plantaciones chicas, las de menos de 10 hectáreas porque va a pasar a ser un negocio poco rentable".Por eso ahora, son pocos los que aconsejan "tirarse de cabeza".Hace apenas cinco o seis años, el kilo de arándanos argentinos se pagaba en el mercado internacional a unos 8 dólares. Hoy, en condiciones favorables, puede llegar a pagarse 4 dólares. Pero esto, dicen los productores, no es lo peor. Como la fruta se paga a medida que llega a destino, nadie sabe cuándo se efectivizan los retornos.
Fuente Diario El Dia
Esto no es todo, existen estimaciones y estudios privados que señalan que importantes campos y no de la Prov. de Buenos Aires, sino de Tucuman y Concordia que, en silencio estan a la venta, son plantaciones de 40 has. o mas, con cifras superiores a las 120000 plantas en sus campos y en produccion. Me animo a decir que existen unas 50 plantaciones en venta en total. Y sumemos el nuevo aumento de la mano de obra que sera similar seguramente al del año 2007. Y sumemos...Y sumemos mas la inflacion.
ResponderBorrar