Los hamsters de laboratorio que consumieron una dieta que incluyó las cortezas de arándanos y otros sobrantes del procesamiento de arándanos tuvieron niveles más bajos de colesterol en la sangre, comparados con otros hámsters en el mismo estudio que no recibieron los productos de arándanos. El estudio fue dirigido por químico Wallace H. Yokoyama con el Servicio de Investigación Agrícola (ARS).
Según Yokoyama, se necesitan estudios adicionales para confirmar si los efectos observados en los hámsters también podrían ocurrir en los seres humanos. Él trabaja en el Centro de Investigación de la Región Occidental mantenido por el ARS en Albany, California. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés).
En la investigación, los hámsters se alimentaron con una dieta que contuvo niveles altos de grasa. Pero algunos de los animales también recibieron uno de tres subproductos del procesamiento del jugo de arándanos—es decir, las cortezas de los arándanos; la fibra extraída de las cortezas; o compuestos naturales llamados polifenoles extraídos de las cortezas. Los polifenoles les dan a los arándanos sus colores de púrpura, azul y rojo.
En un artículo publicado en 'Journal of Agricultural and Food Chemistry' (Revista de la Química Agrícola y Alimentaria) en el 2010, Yokoyama y sus colegas dijeron que todos los hámsters que consumieron los subproductos de arándanos tuvieron del 22 al 27 por ciento menos colesterol total en la sangre comparados con los hámsters que no recibieron los subproductos de arándanos.
Los niveles de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL por sus siglas en inglés—una forma del colesterol "malo") fueron aproximadamente el 44 por ciento más bajos en los hámsters que consumieron los arándanos. Yokoyama y sus colegas utilizaron un proceso llamado la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (RT-PCR por sus siglas en inglés) para aprender sobre los genes que controlan estos efectos. Este enfoque les permite a los investigadores a identificar diferencias en el nivel de actividad de genes específicos del hígado.
Parece que este estudio es el primer informe publicado sobre los efectos de los subproductos de arándano en reducir los niveles de colesterol en los hámsters de laboratorio. Por supuesto, todavía hay preguntas sobre los efectos de los arándanos en los niveles del colesterol. Por ejemplo, los investigadores no saben cuáles de los compuestos del arándano activaron los genes del hígado, o cuáles de las partes de la baya tienen los niveles más altos de esos compuestos.
Yokoyama colaboró en el estudio con el científico postdoctoral Hyunsook Kim, anteriormente con el laboratorio en Albany, y la química Agnes Rimando, quien trabaja con el ARS en Oxford, Missisipi.
Fuente 'Agricultural Research' de mayo-junio del 2011
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